Para definir My Own Hero en una palabra, basta con elegir: ÉPICA, pues la potencia de sus riffs trepida entre emotivos arreglos de cuerdas que al fusionarse, es imposible no pensar en las legendarias batallas de los superhéroes más aclamados de todos los tiempos, sin embargo, al situarnos en el presente del rock, nos damos cuenta de que este manifiesto sólo atiende a una de las batallas más desafiantes y arriesgadas de todas: la que libramos con nosotros mismos.
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Lynnchburg está de vuelta y luego de experimentar el mundo musical como un principiante audaz en su primer EP Know Me (2022) hoy se presenta renovado, poniendo en práctica nuevos elementos sonoros y manteniendo un discurso reflexivo que atiende a una ópera rock (Strike! noviembre 2023) que plasma la visión sagaz de los artistas del nuevo siglo ante las inquietudes mentales que atraviesan pero sobre todo, rescata esa capacidad innata de superación que demuestra que las nuevas generaciones que habitan este género musical, no solo lo usan como tribuna para hablar de los problemas sino que muestran una salida para superarlos.
Eso representa My Own Hero, el inicio de una ópera rock que glorifica al trabajo duro, a la incomprendida libertad emocional que ya es inherente en las nuevas generaciones pero sobre todo, al ímpetu de aquellos solitarios que siguen adelante convencidos de que pueden (y deben) salvarse a sí mismos y ser su propio héroe.
