En la historia de las grandes bandas del rock existen momentos especiales: pasajes que cambian para siempre su trayectoria y la vida de cada uno de sus integrantes. Dieciséis años atrás, en 2006, Stuck in the Sound, agrupación originaria de Montreuil comenzó a abrirse paso en la escena indie francesa. Su sólida propuesta conquistó oídos y corazones paso a paso, pero en 2012, la llegada de “Let’s Go” cambiaría su futuro, pues su eco traspasó las fronteras de Francia.
Desde entonces, Stuck in the Sound ha evolucionado al ritmo de los tiempos que nos toca vivir: si ‘Survivor’ (2016) y ‘Billy Believe’ (2019) nos sumergieron en un oleaje de buena energía esperanza, su nueva entrega discográfica, ’16 Dreams a Minute’, muestra una arista emocional mucho más compleja, resultado en buena medida de los cuestionamientos que todos nos hicimos en los últimos años.
El resultado de esta labor es un álbum que abre una nueva etapa para Stuck in the Sound, no solo porque se desmarcan del sello indie rock bajo el que se les cataloga, sino porque se dieron el lujo de explorar, musical y líricamente, una gama amplia de sensaciones que plantean una muy singular lectura de la condición humana: desde la resiliencia hasta la ensoñación post apocalíptica, pasando por el duelo, la ira, la amargura y la melancolía, ‘16 Dreams a Minute’ es una obra total, pues también cuenta con momentos iluminados por el amor y sus idilios.